Jesús, Divino Amigo, Verbo del Eterno, a ti rogamos la asistencia de las legiones mensajeras.
Síntesis de todas las verdades, como Cristo Planetario, en ti aprenden las leyes de Origen, Proceso Evolutivo y Sagrada Finalidad.
Del nivel evolutivo en que nos encontramos, consideramos lo que hay para abajo, en la escala evolutiva, rogando por aquellos que, a través de los milenios, se encaminaron para el estado de conciencia individual.
Igualmente lo hacemos, Señor Planetario, visualizando la consumación crística, la realización de la Unidad, siguiendo los rumbos inmortales de tu orientación verdadera, amorosa y justa, de Maestro Inconfundible.
En tu Divino Ejemplo, Jesús, reconocemos el respeto que debemos a los Principios Eternos, Perfectos e Inmutables de nuestro Padre, el Sagrado Principio del Todo.
En tu Resurrección Espiritual, oh Divino Amigo, aprendemos La lección de la Resurrección final de todos los hijos del Altísimo.
En tu Bautismo de Revelación, Señor, aprendemos la importancia de la Mensajería Espiritual del Bien, cuyos enseñamientos advierten, ilustran y consuelan.
Y rogamos, oh Jesús, a tu Sabio Ministerio, que en toda la Humanidad se haga un nuevo y glorioso Pentecostés, a fin de que, aprendiendo con tus Mensajeros, los hombres se tornen buenos hijos del Padre Divino y fieles amigos de sus hermanos.
Pon, oh Celeste Benefactor, la noción de Responsabilidad en la Conciencia de Tus tutelados, para que se sientan jueces en causa propia, aprendiendo a comandar sus pensamientos y Hechos.
Señor, arranca de todas las Mentes las tendencias sectarias, idólatras y paganas, ritualistas y simuladoras, haciendo brotar en ellas la Certidumbre de la Verdad, del Amor y de la Virtud, como siendo la que liberta el espíritu.
Maestro de los maestros, infunde en las almas, tus hermanas, que todavía deambulan por los planos inferiores de la vida, el sentimiento de la simplicidad, ese que hace reconocer la igualdad ante las Leyes de Dios, Nuestro Padre Común.
Celeste Conductor, deposita en cada Corazón una partícula de Amor, para que los mismos busquen en las obras de Fraternidad el Camino del Cielo, abandonando de una vez por todas los religiosismos, que retardan la marcha evolutiva de los espíritus.
Cordero de Dios, haz que tus hermanos lo reconozcan, en la Creación Infinita, en los mundos y en las Humanidades, el Templo Vivo del Creador, donde todos debemos vivir en Estado de Oración.
Divino Amigo, pon en todas las Conciencias la llama de la Verdad y de la Virtud, para que sientan la importancia de la Libertad.
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